Fénix sin descanso

¿Acaso existe la obligación de soportar tanto desprecio y mediocridad?

NUMA FRÍAS MILEO |  EL UNIVERSAL

domingo 6 de febrero de 2011  

Piden dos años más. ¿Qué significa esto? Ser digno es una propiedad y una dimensión del ser humano. El miedo puede ser lógico cuando se ha estado sometido a las peores tácticas del terrorismo. Ahora bien, ¿lo que abunda es cobardía, ingenuidad, letargos, traiciones, degradación e ineptitud? ¿Qué es lo que pasa? O mejor dicho: ¿cuál es la causa que justifica la resignación frente al desprecio, los insultos, los vejámenes y los abusos? ¿El pueblo está contento con la evidente demolición de la patria?

La mayoría de los venezolanos son gente decente, noble, con virtudes y principios capaces de engrandecer los valores eternos. Ellos le dicen a Fénix que han soportado demasiado. Muchos preguntan ¿cómo se hace?, ¿cuál es la fórmula mágica para sobrevivir dos años más?

Son innumerables los comentarios que destacan lo que ocurre en Egipto. Las diferentes opiniones radican en meros detalles. Lo que llama la atención es el consenso según el cual todos advierten que mientras más tiempo pasa, resulta más difícil retomar el camino democrático. La lucidez de los venezolanos es sorprendente. He ahí el poder de la llama que se multiplica tan rápido que parece un cuento de ciencia ficción; pero no lo es.

¿Acaso existe la obligación de soportar tanto desprecio y mediocridad? El pueblo jamás pierde la soberanía. Venezuela puede entrar en el primer mundo. Tiene los recursos y cuenta con los talentos adecuados para lograrlo. La determinación de abrirle las puertas al futuro, la verdadera prosperidad y el desarrollo, requiere del apego honesto al trabajo digno.

¿Piden dos años más?... ¿Será que no les queda otra opción? Ante la barbarie, Fénix dice: juntos haremos que una idea ingeniosa sea realizable, sin descanso, hasta alcanzar el renacimiento de la Libertad.

@numafrias

Enlace a la publicación en EL UNIVERSAL: http://bit.ly/dH4XDb

La alternativa FENIX

NUMA FRÍAS MILEO |  EL UNIVERSAL

martes 1 de febrero de 2011 

 

En cada hora de vuelo Fénix identifica los focos podridos que infectan al territorio nacional. No obstante, la esperanza se materializa a medida que se topa, reconoce y comparte con gente decente. Las personas con principios y valores son mayoría. He ahí el poder de la llama que se multiplica más rápido que la velocidad de la luz. Todos, sin excepción, sienten que se ha mancillado el honor de vivir en Venezuela. Están convencidos de que es posible una realidad próspera que se dirija hacia el verdadero desarrollo. Creen en el trabajo digno y están hartos del populismo, la demagogia y las promesas vacías. Un país sumergido en la mentira, donde conviven versiones opuestas sobre un mismo hecho, no puede avanzar. La verdad como valor social no existe. La cadena de adversidades que enfrenta el soberano para subsistir va junto a la demolición estructural y moral de la República. La libertad exige rechazar, de manera plena y contundente, toda violación a los principios democráticos y cualquier menoscabo de los derechos humanos; delitos imprescriptibles. Por ello se afirma con sobrada razón que la impunidad no es eterna.

Es obvio que urge un cambio, pero manipular a la gente para que siga participando en la gesta de resultados inútiles, es un engaño detestable. Las elecciones no determinan que un país sea democrático. Nunca ha sido así. Muchos dictadores utilizan el sufragio para encubrir la esclavitud del pueblo. Fénix cree en el voto, siempre y cuando sea un instrumento efectivo para elegir. En efecto, el grito silente que atrapado en el corazón de los venezolanos pide una alternativa coherente. El tamaño del reto es enorme y Fénix lo asume de la manera más ingeniosa posible; tal y como merecen las personas dignas que aman la libertad.

@numafrias

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