EL UNIVERSAL
lunes 1 de noviembre de 2010
¿Será que el engaño se está convirtiendo en un principio republicano?
¿Será que el engaño se está convirtiendo en un principio republicano? Algunos piensan que el voto es la materia prima para fabricar traiciones. La demora para dar a conocer los resultados electorales, sumó suspicacia y restó credibilidad, ya que se trató de un proceso automatizado. En todo caso, continúa el irrespeto flagrante a la letra de la Carta Magna. Mediante la expropiación se ha ejecutado a varias empresas. Con ello, familias enteras son arrojadas al vacío de la incertidumbre. En efecto, la fidelidad a la lucha por la independencia pareciera ser, únicamente, una frase hermosa y nada más. ¿Cuál es la libertad que pretende el pueblo? Recordemos lo que dijo el escritor Günter Grass: Todas las revoluciones sustituyen una dependencia por otra.
Las contradicciones evidentes espantan las mentiras. ¿Cómo es posible que entre los alegatos para justificar la expropiación de Owens Illinois se invoque el daño al medio ambiente y la explotación de los trabajadores? ¿Con qué moral? ¿Acaso las empresas del Estado están limpias? ¿Son un ejemplo a seguir? ¿Respetan el entorno natural? Además, si es cierto que quienes laboraban para O.I. estaban siendo explotados ¿por qué la feroz resistencia por parte de los presuntos oprimidos? Casi todos sospechan que es una estrategia que obedece las reglas de otro tablero, oculto, perverso e inhumano.
No obstante, el discurso que debería generar esperanzas, solicita paciencia. La supuesta vocación democrática va mutando en vocación suicida, quizá en el vandálico grito ¡Sálvese quien pueda! La receta es: No se angustie si verifica cualquier régimen, legislación o autoridad que contraría los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos, cáleselo todo y espere hasta el próximo sufragio.
Las contradicciones evidentes espantan las mentiras. ¿Cómo es posible que entre los alegatos para justificar la expropiación de Owens Illinois se invoque el daño al medio ambiente y la explotación de los trabajadores? ¿Con qué moral? ¿Acaso las empresas del Estado están limpias? ¿Son un ejemplo a seguir? ¿Respetan el entorno natural? Además, si es cierto que quienes laboraban para O.I. estaban siendo explotados ¿por qué la feroz resistencia por parte de los presuntos oprimidos? Casi todos sospechan que es una estrategia que obedece las reglas de otro tablero, oculto, perverso e inhumano.
No obstante, el discurso que debería generar esperanzas, solicita paciencia. La supuesta vocación democrática va mutando en vocación suicida, quizá en el vandálico grito ¡Sálvese quien pueda! La receta es: No se angustie si verifica cualquier régimen, legislación o autoridad que contraría los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos, cáleselo todo y espere hasta el próximo sufragio.
Enlace a la publiación original http://bit.ly/e4JMF4
No hay comentarios:
Publicar un comentario